miércoles, 14 de octubre de 2009

LA FRASE

No camines delante de mí porque no podría seguirte.
No camines detrás de mí, porque podría perderte.
No camines debajo de mí, porque podría pisarte.
No camines encima de mí, porque podría sentir que me pesas.
Camina a mi lado porque somos iguales.
(citado por Jorge Bucal)

LA COLUMNA

EL RESENTIMIENTO INVERSO

A lo largo de las columnas que aquí he ido editando y a raíz de la publicación de Catedral de cuento, he oído comentarios —no sé si con ánimo de halago o achaque de demérito— sobre el enfoque optimista, alegre, humorístico, esperanzador y desdramatizador que imprimo a mis opiniones y escritos sobre situaciones que tienen su origen —y a veces su malhadado final— en la precariedad, el infortunio y la miseria.

Debo una explicación que desmitifique esos criterios sobre mi pretendida bondad y mi presunta actitud positivista y cordial. No hay tal sino todo lo contrario. Mi actitud es revanchista, ácida, crítica y vengativa ya que utilizo —en vez del ataque frontal, agresivo e hiriente— lo que doy en llamar el «resentimiento inverso». Me explico.

Considero más efectivo y contundente, cara a transmitir ánimos a las víctimas de las situaciones de penuria y cara a la sensibilización de la sociedad hacia tales víctimas, reflejar la parte medio llena del vaso: esperanza, posibilidad de superación, actitud alegre y serena ante la adversidad. En definitiva, enseñar la luz al final del túnel. Esta actitud es la que más duele (“el mejor desprecio es no hacer aprecio”) a los que sólo saben cargar culpabilidades, acusaciones, errores y reproches que no llevan a ningún sitio. Cargar ilusión, apoyo y afabilidad es llenar las alforjas de un altísimo porcentaje de éxito. Es mi sutil forma de echar en cara, de reprochar, de zaherir; mi nimia venganza. Porque a esa masa instalada en la comodidad, enquistada en el estigma de que quien sufre es culpable (“él se lo ha buscado”), mala persona (“algo habrá hecho”) e irrecuperable (“es un caso, no tiene remedio”) lo que más le duele es no obtener su objetivo: humillar, mellar y socavar con intención de dar el tiro de gracia al paciente.

Por todo esto, seguiré usando las máximas dosis de templanza, simpatía e ironía (en su sentido de arte retórica) como pócima que espante a depredadores y pájaros de mal agüero. Les tiendo, gustosamente, un puente de plata… para que se esfumen escaldados.

EL PERSONAJE

«LANGUI», LA SEDUCCIÓN DE LAS MIRADAS

Juan Manuel Montilla, «Langui », madrileño de 29 años, sufre una discapacidad provocada por una parálisis cerebral al nacer y desde entonces es una de esas personas que muchas veces nos cruzamos en la calle, gesticulantes, con las extremidades retorcidas y piernas asimétricas que les dificultan andar en rumbo derecho (se cae hasta diez veces al día, según el terreno). Sin embargo, su cabezonería le ha hecho salir adelante y convertirse en un personaje fuerte y plagado de resultados y triunfos. De la entrevista que le hizo Víctor-M. Amela en La Vanguardia extraigo algunas recetas que nos propone para aderezar el guiso de vivir y disfrutar de la vida por encima del listón de la socorrida y paralizante silla de ruedas

La sobreprotección, invalida. Sus padres decidieron no sobreprotegerle y le hacían esforzarse en conseguir las cosas como los demás (alcanzar los objetos sin alcanzárselos; dejar que se levantara solo al caerse sin levantarle). Esta aparente crueldad fue el mayor acierto para ensayar el esfuerzo y ¡cuanto valor el de los padres de aguantarse las ganas de ayudarle!.

Asumir las limitaciones. Quería ser futbolista en Primera División y fue comprobando —a sus 15 años­— que no llegaría ni a Tercera Regional. Se hundió. Pero se cruzó en su camino el hip-hop y se inició en el rap, encontrando una nueva motivación. Ejercer de rapero sí podía… ¡y vaya si pudo!.

Imponerse retos. Se ha comprado una casa con escaleras para subir al dormitorio. Cuando llega por la noche, cansado, vence la tentación de quedarse en el sofá del salón y se impone escalar para estar y compartir con su familia. Esos 16 escalones no se lo iban a impedir.

Actitud positiva ante la vida. Receta alegría y buen humor —“no puedes cambiar el mundo, ¡pero sí puedes cambiar tu actitud! —. Admite que la vida está llena de miserias, pero que es un regalo y es corta y… “¿encima vas a boicotearla?”

Suplir las deficiencias con los valores. Comunicarse con la seducción de las miradas, desbordar los complejos, obligar a los demás a verte por dentro —“mi mujer me ha hecho sentir que para ella tengo los andares más bonitos del mundo” —.

La compasión, minusvalora. La compasión es, para él, excluyente y negativa, la peor barrera para el menguado. El triunfo consiste en “pelear cada día por lo que te ilusiona”.

Cuando vienen mal dadas, ¡caña! “Anímate valorando lo que tienes, y pelea. Y a mí no me digas que no se puede”.

Aquí dejo, sin comentarios, al «Langui », con su libro 16 escalones antes de irme a la cama (Espasa), sus dos premios Goya, sus discos, su película, sus conciertos… su macedonia de éxitos logrados con dos pares y su voluntad de esfuerzo y ejemplo.

EL DEBATE

¿TODO EL TIEMPO DEL MUNDO?

Es un hecho —del que hasta ahora no se había hablado o reparado— el trato que reciben las personas en precaria situación (“sin techo”, parados o indigentes de toda índole) en relación con el uso de su tiempo. Existe la extendida sensación —entre aquellos para los que “el tiempo es oro” — de que como no hacen, no producen nada —hay quien sólo entiende la productividad del trabajo como el rendimiento traducido en dinero, cuando también el trabajo puede producir sencillamente satisfacción— , tienen todo el tiempo del mundo; y, ni cortos ni perezosos, los “ocupados” se arrogan el derecho a disponer de ese tiempo a su antojo. Pero este hecho se convierte en lamentable cuando ese uso y disfrute del tiempo ajeno se traduce en plantones, instancias de inmediata presencia, reuniones estériles y disposición al libre albedrío de los medios de comunicación.

Por partes. No es infrecuente que el personajillo con posibles cite a un inope y luego falte reiteradamente al encuentro (caso real: cuatro mañanas, X sufrió pérdidas de 12 horas de su tiempo a la espera de un profesional de prestigio que, para más inri, le debía una cantidad de dinero en concepto de una compra que le había realizado). El ausente debió pensar que “¡total… tiene todo el tiempo del mundo!

El requerimiento de comparecer “de inmediato” en algún lugar, remoto —transporte requerido— o no, suele ser inminente y sin previo aviso: hay que estar en algún sitio para alguna entrevista terapéutica, alguna actividad o intervenir en algún acto. “¡Total, si no tiene nada que hacer y… tiene todo el tiempo del mundo!

Lo de colaborar con los medios supera el listón. Se puede disponer impunemente de una, dos o más jornadas del “no tiempo” del precarista en rodajes, grabaciones o entrevistas —en los que además ejerce de protagonista— con el agravante de que dichas intervenciones no suelen llevar aparejada ninguna compensación porque ¡total, si no tienen nada no deben necesitar nada y, además… tienen todo el tiempo del mundo!

Pues no. Precisamente la víctima de estos abusos temporales es el que menos tiempo tiene. Lo que sí tiene es libertad de disponer de él a su libre albedrío, fijar su ruta, sus horarios y preferencias —por lo visto para envidia de funcionarios y contratados—. ¿Saben que quizá la víctima del plantón podría en ese tiempo realizar tareas que le reporten algún ingreso o simplemente que le sean necesarias para sobrevivir (buscar cobijo, trabajo, pintar, participar en algún taller, labrar la madera, escribir o acudir a otra cita más formal)? ¿Saben que el sufrido convocado “inmediatamente” puede estar realizando alguna labor que, si abandona, le puede crear un quebranto económico? ¿Saben que en el tiempo de participación en algún programa de comunicación el incauto protagonista podría estar procurándose algún ingreso de supervivencia en forma de recogida de chatarra, limosna, beneficencia, ocupaciones intemporales en ayudas de cargas y descargas, engrases de persianas a “la voluntad” o limpieza de cristales a “lo que buenamente pueda”?

¿Saben el tiempo que conlleva la “ruta del bocadillo” consistente en caminar al amanecer alguna hora larga en llegar al sitio donde dan un desayuno —quizá una ducha y cambio de ropa—, volver a caminar y esperar otras dos o tres horas en comer en alguno de los periféricos comedores sociales, emplear la tarde en procurarse algún ingreso para picadura y un café (“se lo gastará en vino, seguro”, dicta el estigma), nueva caminata para cenar (los desechos de algún supermercado o restaurante) y finalizar la jornada con la búsqueda aleatoria de cartones y el oportuno alojamiento —cajero, banco del parque, porche­— para dormir… madrugón tras haber descansado con un ojo abierto ante el temor de agresiones o hurtos… y vuelta a empezar.

El asalariado emplea ocho horas en trabajar, el indigente dieciocho en sobrevivir y seis en ¿descansar?

Así que, señores que citan, convocan y solicitan colaboración para sus estelares espacios de comunicación, piensen que no es cierto que el necesitado dispone de todo el tiempo del mundo sino que más bien, para él, el tiempo es todo un mundo. ¡Ah! y que es un ser humano con el mismo derecho al respeto que cualquier otro. La dignidad no es moneda de cambio.

HUMOR

La Vanguardia (29/09/2009)

LEÍDO POR AHÍ

ASÍ ESTÁN LAS COSAS

Le envié a un amigo que vive en EE.UU. un e-mail con una pregunta: ¿Por qué somos pobres los españoles? Esta fue su respuesta desde EE.UU.:

Hola, cómo se ve que los árboles no te dejan ver el bosque... ¿Cómo puedes llamarte pobre, cuando eres capaz de pagar por un litro de gasolina más del triple de lo que pago yo?. Cuando te das el lujo de pagar tarifas de electricidad, de teléfono y móvil un 80% más caras de lo que me cuestan a mí. ¿Cómo puedes llamarte pobre, cuando pagas comisiones por servicios bancarios y tarjetas de crédito el triple de lo que aquí nos cuestan, o cuando por un coche, que a mi me cuesta 2.000 dólares, tú puedes pagar el equivalente a 20.000 dólares?

xxx¿Por qué vosotros sí podéis daros el gusto de regalarle 18.000 dólares al gobierno, y nosotros no?

xxx¡NO TE ENTIENDO!

xxxNosotros, los habitantes de Florida, somos pobres. Por eso el Gobierno Estatal, teniendo en cuenta nuestra precaria situación financiera, nos cobra sólo el 2% de IVA (más otro 4% que es Federal; total = 6%) Y no el 16% como a vosotros los ricos que vivís en España.

xxxAdemás, sois vosotros los que tenéis "Impuestos de Lujo" como son los impuestos por la gasolina y el gas, por el alcohol, los cigarros, cigarrillos, cerveza, vinos, etc. que llega hasta el 320% del valor original.

xxxY otros como: Impuesto sobre la renta (impuesto sobre el sueldo), impuesto sobre automóviles nuevos, impuesto a los bienes personales, impuesto a los bienes de las empresas, impuesto por uso del automóvil (de circulación). Y dichosos vosotros que aún os permitís el lujo de pagar un 16% de IVA por estos impuestos, además de todos los trámites y pagos nacionales y municipales (tasas).

xxxPorque si vosotros no fuerais ricos, ¿qué sentido tendría tener unos impuestos Nacionales, Autonómicos y Locales, de ese calibre?

xxx¿POBRES?, ¿de dónde?

xxxUn país que es capaz de cobrar el IMPUESTO A LAS GANANCIAS Y A LOS BIENES PERSONALES por adelantado (mediante retenciones) como España, necesariamente tiene que nadar en la abundancia. Porque considera que los negocios de la nación, y de todos sus habitantes, siempre tendrán ganancias a pesar de robos y atracos, corrupciones, sequías, inundaciones, invierno, saqueo fiscal y, por supuesto, seguro que todos deben ganar muchísimo.

xxxLos pobres somos nosotros, los que vivimos en USA y que NO pagamos impuesto sobre la renta, si ganamos menos de 3.000 dólares al mes por persona (más o menos 2..000 €). Vosotros tenéis, además, el IBI, impuestos de basuras, impuestos sobre el consumo de Agua, Gas y Electricidad.

xxxY allí pagáis seguridad privada en bancos, urbanizaciones, municipales, etc. mientras que nosotros nos conformamos con la pública. Allí hasta enviáis a los hijos a colegios privados. Y mira si seremos pobres aquí, en EE.UU., que las escuelas públicas nos prestan los libros de estudio previendo que no tenemos con qué comprarlos.

xxxA veces me asombra la riqueza de los españoles, que piden un préstamo cualquiera, y son capaces de pagar el 8% mensual de intereses, como mínimo. No como aquí, que apenas llegamos al 8% anual (generalmente 7.8%), justamente porque NO estamos en condiciones de pagar más.

xxxSupongo que, como todos los ricos, tienes un coche y que estás pagando un 8% ó 10% anual de seguro. Si te sirve de información, yo pago sólo 245 dólares por año. Y como os sobra el dinero, vosotros sí podéis efectuar pagos anuales en concepto de eso que vosotros llamáis IMPUESTO DE CIRCULACIÓN, (aparte de la ITV, zona verde, zona azul, aparcacoches forzosos, etc. mientras que aquí nosotros no podemos permitirnos esos lujos y pagamos 15 dólares anuales por la pegatina, sin importar qué modelo de coche conduzcas, pero claro, eso es para gente de recursos).

xxx¡¡¡ ESO ES SER RICO!!!

xxxSer rico, es tener 86.000 concejales, casi 9.000 alcaldes, 17 Presidentes de Autonomías, casi 1.600 parlamentarios autonómicos, 350 diputados en Cortes, 300 Senadores, 200 parlamentarios en Estrasburgo, una Casa Real, 20 Ministros y todos sus adláteres — paradójicamente a menor rango, mayor sueldo. Hay alcaldes que ganan más que el presidente del Gobierno —, todo esto para un país tan pequeño como el tuyo.

xxx¡¡¡ ESO ES SER RICO!!!

xxxVamos, os quedasteis en ESPAÑA porque sois RICOS. Somos los pobres, como yo, los que nos vinimos a probar suerte a otros lados.

xxxBueno, os mando un abrazo y luego me contestáis cómo os va con el nuevo presupuesto. Lo que sí es seguro es que os aumentarán más los impuestos. Pero no os preocupéis, que la inflación los va a diluir. Pero bueno eso es lo de menos, cuando se tiene el dinero para pagarlos. Y tened por seguro que en el próximo discurso le van a dar un fortísimo aplauso al presidente.

xxxAdemás, eso es lo que hay que pagar por vivir en la 8ª potencia mundial, el mejor lugar del mundo y tercero donde la gente se siente más feliz del planeta.

xxxUn saludo:

Tu pobre amigo inmigrante.