jueves, 14 de febrero de 2008

LA FRASE/011

Nadie es perfecto. ¿Quién quiere ser Nadie? (Popular)

¡YA VA! ¡YA VA! / 011

Abrumado y halagado estoy ante la avalancha de (4 o 5) peticiones y reproches por haber tenido adormilado el blog por un tiempo que parece que a los comunicantes les ha parecido rebasar el límite de lo prudencial. Me inunda de gel de baño comprobar que hay quien suplica mis lecturas, quien me achaca cierta dejadez, quien me anima a continuar... pero... ¡ay mísero de mí, ay infelice!, mi mente siente el vacío de que ninguno de ellos ha presupuesto una posible dolencia gripal, algún inoportuno trastorno mental transitorio, una sobrecarga en los abductores por el peso de descargar de la red 3.729 páginas en latín o el disfrute de un mes sabático, al menos una sabática semana o, rayando el mínimum, un sábado sabadete. En fin, aquí me tenéis, contrita víctima, superado el oportuno propósito de la enmienda, de vuelta al tajo.

SANOLVIDAO (Y SANAMONTONAO)... 011

Venga JM, anímate y coméntalos uno por uno.
25/01: Ananías, Proyecto, Juventino, Ágape, Amarino, Elpidio, Saturo, Popón, Bretanión, Aca. 26/01: Teofrido, Auxilio, Ansurio, Viarasio, Notburga. 27/01: Emerjo, Cándida, Devota, Maura, Teodorico, Lupo, Avito, Dativo, Vitaliano. 28/01: Flaviano, Adyutor, Virilo, Radegunda. 29/01: Gelasio, Potamión, Papías, Sarbelio, Bárbea, Bebaya, Seustio, Sol. 30/01: Armentario, Barsén, Adelelmo, Filapiano, Aldegunda, Tiadilde. 31/1: Geminiano, Gótico, Trifena. 01/02: Ponio, Everardo, Soro, Tuján, Meridiana, Sigeberto. 02/02: Flósculo, Firmo, Apropiano, Aldalbaldo. 03/02: Anscario, Celerino, Laurentino, Celerina, Sinfronio, Lupicino, Tigrito, Nitrado, Olavaria, Vereburga. 04/02: Fileas, Remberto, Filo, Aventino, Dióscoro, Gémino, Gelasio. 05/02: Avito, Ingenuino, Albuino, Agrícola, Bertolfo. 06/02: Revocata, Antoniano, Guarino, Gelasio. 07/02: Aido, Amandino, Amolvino, Drausio, Maelán, Critán, Lonán, Agrión, Fintán, Crisolio, Adauco, Patermio. 08/02: Quinta, Filadelfo, Policarpo, Juvencio. 09/02: Apolonia, Ammonio, Nicéforo, Primo, Licarión, Sabino, Reinaldo. 10/02: Austreberta, Zótimo, Silvano, Jacinto. 11/02: Deseado, Calocero, Dativo. 12/02: Melecio, Gaudencio. 13/02: Agabo, Gilberto, Lúcimo, Polieuto, Fusca, Acepsimas, Cástor. 14/02: Metodio, Nostriano, Elecaudio, Cirión, Agatón, Próculo, Auxencio. 15/02: Cástulo, Ágape, Donmina, Jovita, Quinidio, Decoroso.

MI ANÓNIMO PREFERIDO/011

(Se lo tomo prestado a Olga, enterándola de que los anónimos no están sometidos al dichoso canon digital.) "Que pienses que soy alcohólico desde mis primeros biberones, me duele. Que pienses que duermo en la calle por voluntad y que ya en la guardería manifestaba deseos de estar sin techo, me duele. Que pienses que soy el único responsable de la situación en que me encuentro, me duele. Que pienses que no merezco nada de nada, me duele. Que pienses que no tuve mis buenos momentos ni que a veces me muero de nostalgia, me duele. Me duele, me mata tu indiferencia. Pero más me duele mi propio presente y ojear un futuro estrecho."
Reflexión
Como bien dice, su anónimo preferido es brutal. Es brutal que haya gente (y no poca) de toda ralea y condición que piensa así. Es brutal apreciar como incluso los que en su día estuvieron cerca, cuando la balsa era de aceite, se han pasado al bando de los del “él se lo ha buscado”, “está así porque quiere” y otras lindezas. Es brutal que esos inconscientes o desalmados nos pretendan crear un sentimiento de culpa que en nada nos ayudaría. Es brutal que haya gente que simula no pensar así, pero lo practica. Es brutal darse cuenta, con mucho dolor, que vivimos en una sociedad brutal que sólo busca brutales desenlaces. Es brutal para los que buscamos la comprensión, la tolerancia y un puñado de manos que nos aúpen a una convivencia más armónica. Amigo anónimo, te tiendo la mía porque, como a ti, tanta brutalidad me duele. Y mucho.

LA NOTICIA/011

Titular de La Vanguardia (31/01/08)
DINERO PARA LOS ALCALDES PEQUEÑOS
Reflexión
Ya era hora. ¿Cómo es posible que en tiempos de reivindicación de derechos y accesos para los más necesitados, ningún estamento hubiera reparado en esta categoría? No puedo deducir del titular si se refiere a pequeños de talla o de envergadura, pero sí que es palpable la necesidad de dotarles económicamente para paliar las rémoras que les pueda producir su condición. ¿No es necesario adecuar las varas de mando municipales a la estatura del infausto edil para evitarle el bochorno de parecer que, en vez de vara, porta un báculo eclesiástico? ¿Y no es improrrogable, si el tema es de anchura, la necesidad de sobrealimentar al famélico munícipe para no dar una lamentable imagen de penuria del Ayuntamiento o de la pedanía con su presencia en Plenos, Comisiones y actos oficiales? Desde estas líneas nos congratulamos con los beneficiarios, que ya estarán soñando en lucir bastón a guisa de varita de hada y cupo incrementado en los fastos de las matanzas.

EL DEBATE/011

Encuentro últimamente, en los blogs que visito asiduamente, que aparecen artículos (más bien reflexiones) sobre la actitud, sentimientos y vaivenes a los que se ven sometidos educadores, trabajadores y voluntarios sociales. Como deudor de todos ellos les hice mis comentarios en los escritos que más me impresionaron. Los reproduzco aquí, con alusión y enlace a los artículos/madre que los provocaron, porque creo que toda esta información puede dar origen a un debate abierto en el que se maticen criterios, afloren nuevas problemáticas y sirva para fabricar una estructura más sólida y acolchada en su, aunque ellos no lo crean, ingente y magnífica tarea.
A Nos sentimos frustrados en el blog “Todo el tiempo del mundo”, de Miquel Julià.
¿Qué estás haciendo mal? ¿Frustración? ¿Falsas expectativas? Jamás pienses eso. No haces nada mal, no te debes frustrar y las expectativas acaban siendo ciertas. Ten en cuenta que a la persona que está en la calle, cuando recibe una propuesta de ayuda, le sobrevienen dos preocupaciones: adaptarse a una nueva situación y una desconfianza (muchas veces fundamentada) a que esa ayuda le vaya a mediatizar en su libertad e independencia. Adaptarse a la nueva situación es tan traumático o más que cuando uno cambia de trabajo o vecindario; en la calle, además de frío y hambre, se ha ganado libertad e independencia en grado superlativo. Aquí entra en juego la segunda preocupación: que la ayuda nos mediatice, nos programe y nos dirija, nos coarte y nos “castre” en nuestros logros. Dices también, con mucha razón, que a veces esos Robertos no están pidiendo una ayuda material, sino que se les escuche. Por ahí se empieza, lo demás, sin forzarlo, vendrá por añadidura. A mí me pasó lo mismo cuando entré en contacto con Arrels: pedí un período de gracia –unos días más en la calle- para despegarme paulatinamente de un hábitat y pasar al otro; estaba enfermo y, sin embargo, tardé varios días en tomar la decisión de ir a una pensión. Después pasó un tiempo hasta que me fui integrando en las actividades, al ver –no sin previo recelo- que no se me pretendía dirigir ni mediatizar, sino impulsarme, sin forzarme, en mis capacidades. Y cuando he querido ayudar a otros, idóneos y bien dispuestos, también me han fallado... de momento. En cualquier instante surge la sorpresa de que lo admitan cuando tú lo das por perdido. Así que desármate de frustraciones y desencantos y, eso sí, ármate de paciencia. Pero estando siempre satisfecho de que lo que haces es una gran labor y da sus frutos. Precisamente todo empieza por... hablar, transmitir confianza y comunicar a la otra persona que no se le va a robar nada y sí va a ganar mucho. Sin paternalismos ni ñoñerías (que de eso ya se encargan otros). Te lo dice un experto. Ánimo y adelante.
A El simple estar y acompañar funciona en el blog “Todo el tiempo del mundo”, de Anna Skoumal
Leyéndote me reafirmo en el comentario que le hice a Miquel sobre la frustración. A veces las personas a las que acompañáis sufren un bajón que os afecta. Y ahí está la profesionalidad, en tener paciencia pues casi siempre la persona supera el momento y vuelve a la normalidad. Debe ser verdad que el tiempo todo lo cura.
A Cinco Razones para no proteger mi identidad en el blog “Desde la calle”, de Olga García
¿Qué me va a parecer? Que da gusto leer escritos como éste que rezuman alegría por los poros. Yo estoy avanzando mucho en “no proteger mi identidad” pues el tiempo que lo he hecho me convertía en débil, presunto culpable y cobarde. No esconderse (¿de qué?). Pero tu gran caudal es resaltar que la niña, Laura, ve todavía a la gente (¡y que dure!) sin recelos ni prejuicios (a tu anónimo preferido me remito) Esa es la gran esperanza, me parece que la única, del futuro. Gracias por las alusiones y que ese espíritu nos acompañe toda la vida.

HUMOR/011


LA COLUMNA/011

HERMANA PATATA
No es vana pretensión, de vez en cuando, rendir pleitesía a los desheredados de la fortuna aunque se trate de humildes productos hortícolas. Ni yo pretendo erigirme en paladín literario de tubérculo tan digno de menesterosos, pues plumas más frondosas que la mía ya lo han hecho y lo harán con mejor tino (quiero recordar que no hace mucho el paladar creativo de Pau Arenós puso el dedo en el tema en una columna que creo tituló Pa-ta-ta). Viene el caso al caso de que una de estas mañanas una de mis amigas (rubia, ¡cómo no!), que nos había tenido en vilo con sus picos de subidas y bajadas por una inoportuna alergia (que ya adquiría tintes de gráfica bursátil), me comunicó la buena nueva de que los galenos habían dado con la causante de sus males. Era alérgica... a la patata. Me alegré por ella y por su manifiesta mejoría, pero mis esquemas se derrumbaron. ¡La patata!, la proletaria patata, la patata frita de los modestos huevos fritos, la patata al horno de los días señalados en rojo como festividad en casa de los pobres, la patata del doble sentido, la patata simbólica para definir estados de sumo derrumbe físico o de desequilibrio mental. En fin, la patata-alegoría de la cosa de comer barata, innata e intemerata. La patata-auxiliadora en épocas de hambruna y miseria. La patata-camarada de clandestinidades a pesar de su aristocrático desliz de suministrar almidón a los aprestos de galas y tutús de la sociedad de enfrente. No abundo más en elogios aunque, en mi fuero interno y en mis sueños, siempre he deseado ver tanta virtud plasmada en monumento y nombrada hija predilecta de urbes de todo el orbe. No en vano el filósofo Quino, por boca de su oráculo Mafalda, definió la felicidad como “un plato de patatas fritas”. Ahora que he dejado de sufrir por la salud de mi amiga, sufro por verla despojada de tal vianda y me uno a su dolor pero que sepa que no hay resquicio para entonar el miserere ni velaremos patatas de cuerpo presente. En estos momentos de postración hay que confiar en que las ciencias adelantan que es una barbaridad y que algún día mi amiga y yo brindaremos en torno a espléndidas fuentes de patatas fritas, con pimentón, al alioli, a la brasa, doradas al horno... y a la sombra del gran monumento a la patata en la mejor plaza de la mejor ciudad, para mofa y escarnio de otros grandilocuentes monumentos-patata. La patata tiene retoños y renuevos. ¡Viva la patata!

EL PERSONAJE/011


NO TIENEN DESPERDICIO, NI EL OTRO... NI ÉL

RELATOS... POEMAS... CUENTOS... 011

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX¡Edwin! ¡Hermosa palabra XXXXXXXXXXXXXXXXXXque me cala hasta los huesos! XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX¡Qué pena siento al mirarte XXXXXXXXXXXXXXXXXXy qué rabia, si lo pienso, XXXXXXXXXXXXXXXXXXque siendo tan sólo un niño XXXXXXXXXXXXXXXXXXestés tan niño sufriendo! XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXSólo tienes ocho años XXXXXXXXXXXXXXXXXXy ya hablas como un viejo, XXXXXXXXXXXXXXXXXXcon esa voz de cristal, XXXXXXXXXXXXXXXXXXcon ese pequeño cuerpo. XXXXXXXXXXXXXXXXXXLa pala y la carretilla XXXXXXXXXXXXXXXXXXson tus juguetes, pequeño, XXXXXXXXXXXXXXXXXXy al terminar tu trabajo XXXXXXXXXXXXXXXXXXnadie acaricia tus sueños. XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXQuisiera gritar al mundo, XXXXXXXXXXXXXXXXXXa los hombres y a los pueblos, XXXXXXXXXXXXXXXXXXque mientras ellos se matan XXXXXXXXXXXXXXXXXXpor el poder y el dinero, XXXXXXXXXXXXXXXXXXmuchos niños como tú XXXXXXXXXXXXXXXXXXestán llorando en silencio, XXXXXXXXXXXXXXXXXXsin nadie que les consuele, XXXXXXXXXXXXXXXXXXsin juguetes, sin caricias, XXXXXXXXXXXXXXXXXXsin amor y…, ¡ay!, sin besos.
Pilar Almolda

RINCÓN FOTOGRÁFICO/011


UCERO desde el ALTO DE LA GALIANA

y es que... Soria y yo somos así, señora.