¡Americanos
es el Poeta! ¡Oh blasfemia!
Se llama el Iluminado
Patriarcas del país de la libertad,
¡comprad sus versos!
Que nuestros Sumos Sacerdotes
—Nixon, Kissinger—
le conceden la limosna
de los Derechos Humanos.
¡Invitadle al Gran Festín de la Paz
con olor a vietnamita chamuscado!
¡Llevadle a celebrar en Chile
la parodia de los payasos libertadores!
¡Oh americanos! ¡Comprad sus versos
y hacedle callar, que el hacha se impacienta!
ЖЖЖЖЖЖЖЖЖЖ
¡Un momento!... Yo no vendo.
No escribo. No hablo. Sólo acuso.
Os acuso directamente y a la cara.
Pues he venido a llorar y verter
mi sangre en vuestros pies de barro.
Sólo pregunto por la ternura
y no vendo traición entre los versos.
Sólo quiero llorar… llorar continuamente
en la sombra de mi brazo adormecido.
Llorar con claridad… llorar con rabia
en el contorno de la ausencia y el sonido.
Llorarle al sol… llorar por mis amigos
que yacen frente al mar y con el agua lloran.
Llorar dentro del pecho… llorar de frente
reflejándome en la arena. Llorar eternamente
con el amor en la cuneta. Mas otra vez
equivoqué el camino. La ternura no
habita en este escenario. Yo reclamo
mi libertad. Mas otra vez
equivoqué el camino.
Tendré que doblar la luz. Acariciar
las paronomasias.
Anegar las estructuras
Patalear en el silencio
Desencadenar las manos
Besar los labios
Hacerme desangrar
Romper los versos
Mirarlos al revés
y luego preguntarle a Dios
y no me escucha.
ЖЖЖЖЖЖЖЖЖЖ
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