UN HECHO PUNTUAL,
UN HECHO AISLADO
Desayuno, como siempre, café con leche, galletas y... el periódico (lo primero me lo tomo, el diario lo devoro). En pocas páginas una sucesión de noticias —agresión a una maestra, ataque a un médico, enfrentamiento entre madres de alumnos— con un denominador común: los portavoces de los centros involucrados califican los hechos de “puntuales y aislados”. Es así todos los días, mes tras mes, in illo tempore et per saécula saeculórum.
XXXEntiendo lo de puntual por su fidelidad cotidiana con la prensa. A lo de aislado no le encuentro parangón en ningún baúl de la literatura. Porque me parece que la redundancia descalifica los hechos como puntuales y aislados y los convierte en recalcitrantes e inquietantes. Entonces hay que pensar en que son consecuencia de...
XXX...conecto aquí con el caso —¿puntual y aislado? — de la cremación y muerte de Rosario Endrinal “la víctima del cajero”, del que me he abstenido de opinar hasta no disponer de suficientes elementos de juicio. Tanto se ha escrito (me falta leer el libro de Arturo San Agustín La noche que mataron a la mendiga —¿quién a tan certera pluma ha colocado tan desdichado título?—) que dudo hacerlo sin reincidir en tesis ya desarrolladas. Lo hago porque no he visto reflejado o se me ha pasado por alto, entre tanta letra impresa, el sentimiento que albergo desde que se conoció el incidente (¿?): que en el banquillo para dos (realmente tres) faltaban plazas y faltaban acusados. Los hechos —debidamente demostrados en sus vertientes más alevosas y sancionados, hoy me entero, con ejemplares 17 años de reclusión— son obra y desgracia material de los tres inculpados pero, como en los casos citados al principio, consecuencia de...
XXX...sigamos a Ariadna y Teseo tirando del hilo: ¿y la educación, la familia, el entorno, la sociedad, la laxitud moral, la artrosis penal, la carreta de bueyes judicial, el sistema en definitiva? ¿Cómo tolerar que ese entorno y su defensa reduzcan todo a inconsciencia juvenil y desproporción entre la intencionalidad y el daño causado? Quizá haya parte de razón porque, como he dicho, en el banquillo faltaban también el alarde de violencia —televisión y videojuegos—, la facilidad de instruirse y recabar apoyos —¿vía internet?— y sus promotores. Otra vez al final del hilo emerge el sistema. El sistema ¡sí!, el denostado y ancestral pozo que nos sirvió antaño para cargarle con todas las culpas, si lo entendemos como un ente que creamos entre todos, entre todos le damos forma y lo consagramos, todos nos encargamos de envilecer y dignificar; entonces sí, el sistema faltaba en el banquillo de los acusados y una fiscalía especial solicitando penas para todos por haber concebido y mal parido un sistema irresponsable y voraz sin prever que nos acabaría engullendo (¿hablamos de economía y previsión?)
XXX...es tan complejo. Hasta lástima siento por los acusados —plena juventud tronchada— que ahora pasarán a ser víctimas de un sistema penitenciario que los envilecerá más si cabe. Puede que estemos a tiempo de enmendar y para eso sólo sirve la reflexión, individual, de todos. La mía me ha llevado a picotear en sensaciones de muchos sucesos sin poder ni querer ahondar en ninguno. Estaba pensando en alto mientras contemplo la foto (que tomo en préstamo de Desde la calle) de Rosario que se comenta por sí sola. Es esa mirada no podía caber afán torticero ni rencor. Quien ha vivido en la calle sabe que la amenaza nunca es puntual y aislada. Es y punto.
1 comentario:
Me alegro de "verte". Y me gusta tu opinión, seguramente porque la comparto. Gracias por "oirte".
Un abrazo,
Enrique
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